SINOPSIS

LA CASA DE LOS MAIRENA

Los Cruz García son gitanos pertenecientes a un linaje fragüero que se asentó en Mairena del Alcor hace más de dos siglos, en los tiempos de Carlos III

En este espectáculo rendimos homenaje a una casta de cantaores a una forma de entender el flamenco y sobre todo a una forma de vivir el flamenco. A lo largo de la representación recogeremos los momentos más significativos dentro del cante de cada uno de los hermanos contextualizándolos. 

Recogemos el espíritu de la Familia sin caer en la imitación, que además irremediablemente acabaría en parodia, sino interiorizando a cada uno de ellos y dándoles de nuevo vida a través de las gargantas de tres cantaores que mantiene vivo la llama de la fragua Mairenista.

Antonio, el hermano mayor, fallecido en 1983, fue no sólo el rector artístico de la familia, sino uno de los más grandes cantaores flamencos de todos los tiempos. Curro fue también un excelente cantaor, pero nunca se dedicó profesionalmente al arte. Trabajó en la fragua paterna, y sólo cumplido ya el medio siglo de vida actuó algo en público, de la mano de su hermano Antonio, principalmente en los festivales veraniegos. Destacó sobre todo en el cante por seguiriyas, que algunos críticos y aficionados valoraron más que el del propio Antonio.

CURRO CRUZ GARCIA , al que muchos consideran el cantaor que más duele cantando por seguiriyas, es portador de un eco tan puro y exento de mixturas que nos recuerda el del genial Manuel Torre. Su cante, pues, no es efectista ni espectacular, por lo que sólo está reservado a los buenos aficionados y entendidos que sienten regusto con sus ayes místicos y esotéricos de la más noble escuela. Algunos de estos cabales que tuvieron la fortuna de escuchar a Curro en trance, es decir, poseído por los duendes y empujado por la «Razón Incorpórea», saben de sus excelencias como seguiriyero.
En 1968, en el V Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, recibió un accésit al premio "Tomás Pavón". En 1970 participa en el homenaje a Juan Talega en Madrid. En el Teatro de la Zarzuela cantaron la flor y nata del Cante de aquellos años: Antonio Mairena, Lebrijano, Menese, Camarón, Manuel Mairena...y Curro Mairena. Fue una extraordinaria función flamenca, pues excepcionales eran los cantaores. Sin embargo, Curro acaparó los más encendidos elogios de cierta revista madrileña que se hizo eco del acto, detallando con profusión la actuación de Francisco Cruz por seguiriyas y soleares. 

ANTONIO CRUZ GARCÍA, cantaor gitano, más conocido con el nombre artístico de ANTONIO MAIRENA, nació en Mairena del Alcor el día 7 de Septiembre del año de 1.909 y murió en Sevilla 1.983,  también era conocido en sus primeros comienzos, como el Niño de Rafael y Niño de Mairena, hijo de una familia gitana dedicada a la herrería, junto a la fragua de su padre comienza a sentir esos latidos del cante puramente gitano, que ha dedicado con tanta devoción y arte a su estudio, para conocer todos los secretos que encierra esta difícil profesión, obteniendo el máximo de trofeos, medallas y galardones, como un monumento en su pueblo.
Fue el cantaor predilecto de Antonio el bailaor, con quien realizo extensas giras por todo el mundo. Toma parte en el concurso para profesionales organizado en Córdoba, en el año 1.962 donde le fue otorgado el preciado galardón, de la llave de oro del cante, y un premio en metálico, de cien mil pesetas. Gran conocedor de los cantes de Joaquín el de la Paula, creador de la Solea del Alcalá, lo tuvo como maestro en su niñez, al igual que a Manuel Torre, fuente donde arrancan sus comienzos. 

MANUEL CRUZ GARCÍA, cantaor gitano, de la más pura casa de los  Mairena, junto a sus hermanos Antonio y Curro  Mairena, conocido artísticamente con el nombre de MANUEL MAIRENA, nació en Mairena del Alcor (Sevilla), en el año de 1934.
Hasta su fallecimiento en 2013 Manuel desempeñó su responsabilidad de única voz viva del Mairenismo con dignidad y gran calidad artística, la cual quizás no le fue reconocida como merecía en vida del hermano mayor, cuya gigantesca figura ensombrecía a cuantos se hallaban próximos a él. .
Su voz engrandece el cante puramente gitano, con el sello inconfundible de la casa de los Mairena, cantaor con una transmisión única de forma de interpretar los cantes, deja en la mayor altura la escuela de los Mairena.


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